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Una mirada a la nueva “Normalidad Educativa”

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Una mirada a la nueva “Normalidad Educativa”

En marzo del 2020, la Organización Mundial de la Salud (OMS), declara el COVID19 como una pandemia: esta noticia provocó un gran impacto a todos los sectores de la vida social y trabajadora del mundo. El sector educativo, incluido.

Si bien es cierto que  la cantidad de niños infectados por COVID19 es  mucho menor que la de adultos, no deja de ser un peligro latente, que llena de angustia a todos. En especial, en el caso de aquellos niños con condiciones de salud previas.

Hasta marzo del 2020, las clases en República Dominicana transcurrieron de manera regular (presenciales), tanto en centros educativos públicos, como privados. Sin embargo, al igual que el resto de los países afectados, se hizo obligatorio estar en confinamiento, lo que supuso un cambio drástico en el modelo de enseñanza-aprendizaje, para salvar el año escolar en curso: CLASES COMPLETAMENTE VIRTUALES…sin estar preparados.

A continuación, trataremos algunos puntos abordados en la revista Atalayar, en su artículo “Retos para después de una crisis: la educación tras la COVID-19”.

Cabe destacar, que nos enfocaremos en puntualizar sobre la realidad del sistema educativo dominicano y el posible escenario en cada caso.

Modificación de los currículos y digitalización de las enseñanzas:

El Diseño Curricular del Nivel Secundario en República Dominicana está basado en un enfoque por competencias, donde los estudiantes cuentan con la modalidad Académica, Técnico-Profesional y Artes para desarrollar el potencial que éstos posean.

Con la nueva “normalidad educativa”, el gran primer desafío para las autoridades educativas y docentes, será adecuar los contenidos con estrategias y actividades de enseñanza-aprendizaje acorde, tanto  al nivel académico del estudiante como a su realidad socioeconómica, sin que éstas afecten la calidad de su aprendizaje (conocimientos adquiridos) y su futura inserción en las universidades como  al mundo laboral.

Otro reto será, que en dichas modificaciones se tomen en cuenta los estudiantes con capacidades especiales o diferentes, tanto físicas como cognitivas (educación inclusiva).

Hablamos de una modificación del currículo donde la metodología deberá estar orientada en fomentar una participación activa del estudiante (tanto individual como en equipo) y una evaluación constante durante todo el proceso.

Todo esto, tomando en cuenta las secuelas a nivel emocional, producto del estrés ante la situación sanitaria y enfrentarse a una realidad educativa nueva.

Recursos educativos digitales

La desigualdad social es una realidad a tomar en cuenta a la hora de decidir planes y programas educativos, especialmente en el sector público, ya que la misma genera automáticamente una desigualdad al acceso de recursos tecnológicos.

El factor recursos con que cuentan muchos jóvenes, es decisivo para determinar la calidad de su aprendizaje (brecha digital).

Si bien es cierto que a nivel de tecnología nos falta un largo camino por recorrer, desde el Estado (y con el apoyo del sector privado), se han implementado una serie de programas con miras a estrechar esta desigualdad tecnológica con programas como: Proyecto de Aulas Virtuales para la Enseñanza (AVE), COMPUMAESTRO 2.0 y República Digital.

Este último, ha jugado un papel fundamental en la salvación del año escolar 2019-2020, donde fue necesario en el último trimestre del mismo, pasar a una fase completamente virtual, donde, según el MINERD, aún faltaba por completar el 30% de los contenidos que deberían ser abordados por los docentes.

Los centros que contaban con dicho programa (República Digital), tanto docentes como estudiantes tenían en sus manos su dispositivo electrónico (laptop o Tablet), con una serie de herramientas y materiales digitales.

Otro punto que jugó a favor, ha sido el programa de capacitación en que se encuentran los profesores del programa República Digital, los cuales, han tenido la oportunidad de ejecutar lo aprendido. Sin embargo, no todos los centros educativos del país cuentan con dicha capacitación.

Contar con un dispositivo no es sinónimo de acceso a la red, por lo que se hace necesario medidas por parte del Estado que contribuyan a potenciar el uso y acceso de los estudiantes y docentes al internet.

Formación profesional semipresencial y a distancia:

Hoy más que nunca, la profesión docente supone todo un reto. Se trata de tener competencias en su área de especialidad y enlazarlas con nuevas competencias a nivel de tecnología educativa. Más aún, cuando contamos con jóvenes con grandes conocimientos de tecnología y que tendrán inquietudes que requieran una respuesta certera por parte del profesor. Por tanto, el docente debe estar siempre actualizado, con una formación continua que a la vez lo lleve a reinventarse en espacios virtuales de aprendizaje.

Es todo un proceso de reflexión y análisis de la práctica docente tradicional, para pasar a una educación moderna, donde la planificación y evaluación del proceso de enseñanza-aprendizaje va complementado con la comunicación y empatía que se logre con los estudiantes a través de espacios virtuales de aprendizaje.

 Abandono o deserción escolar

Este es un problema que afecta principalmente a países subdesarrollados. Falta de recursos económicos (lo que genera trabajo infantil), bajo rendimiento académico, matrimonio infantil (jóvenes en unión libre), problemas emocionales, entre otros, son algunas de las causas del abandono escolar.

Como consecuencia, aumenta la repitencia escolar y los estudiantes en sobreedad. Sumarle a esto, el aumento en la desigualdad social con respecto a aquellos que sí logren completar su formación académica.

En este sentido, el nuevo modelo educativo (virtual), brindaría más  oportunidades a esos jóvenes, ya que podrán adecuar un horario de realización  de clases, al tiempo y espacio que su situación particular les permita.

La familia

Hoy más que nunca, el apoyo de los padres en los procesos educativos es fundamental en el logro de los objetivos que permite la educación en nuestro país.

Que estos se involucren en los proyectos asignados a sus hijos puede hacer la diferencia, no solo en la parte operacional sino en la afectiva. Este acercamiento y comunicación podría suponer una motivación para el aprendizaje de los mismos.

Está en los padres, fomentar en sus hijos la responsabilidad de su autoaprendizaje y futuro profesional. (De este punto abundaremos en otro artículo).

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Alex
Invitido
22/07/2020 12:55 PM

Muy buena información, excelente!

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